La jaula del consumo


   Al mirar esta imagen, cualquiera puede describirla como un código de barras con unas manos humanas que lo atraviesan. Solo si miramos los detalles y su contexto, descubrimos el verdadero significado de esta imagen. Una imagen vale más que mil palabras.
   Ya en entradas anteriores determinamos que vivimos en un mundo rodeados del consumo, ya sea por una verdadera necesidad básica o no. A su vez, nuestro consumismo, que genera un impacto ambiental, está marcado por la presencia de la obsolescencia programada, es decir la fecha de vencimiento que las empresas deciden ponerle a lo que consumimos. Esta, nos tiene atados al consumismo, tal y como lo muestra la imagen. Los códigos de barras son la clara representación del consumo, ya que todos los productos que podemos encontrar, por ejemplo, en un supermercado, los tienen. Es la manera que las compañías tienen de marcar a sus productos, ya sea para contarlos o para seguirles el rastro. A su vez, esto también es una metáfora de lo que las empresas hacen con nosotros. Nos vigilan, quieren asegurarse de que sigamos siendo consumidores de sus marcas, que no dejemos de comprar, nos tiene  atados a sus deseos. Tal como una prisión es para un preso un calabozo del cual no se puede escapar, el consumo es para los humanos, una jaula de la cual la obsolescencia programada no le permite huir.
   Personalmente, prefiero las cosas impactantes, que vayan al grano sin dar mucha vuelta. Por esta razón, a los mas valientes les recomiendo ver el vídeo que se encuentra a continuación. Aunque es muy fuerte, no encontré un vídeo que marcara con mayor eficacia como la sociedad se olvido del verdadero valor de los recursos naturales. Ya nadie piensa las consecuencias que le provoca la ambiente comprar un pollo, como muestra el vídeo. Ya no pensamos de donde vienen o que proceso sufrieron las cosas que consumismos, solo nos interesa consumirlo. Hoy en día, la sociedad consume por consumir, sin importar el valor de lo que estamos adquiriendo o de si de verdad lo necesitamos, y si esto no los decepciona, entonces rebobinaría el vídeo y trataría de pensar, ¿Quiero seguir enjaulado y manejado por el consumo, o prefiero empezar a ayudar al ambiente?


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