El lobison

Hace dos días nos encontramos. Ese recuerdo esta grabado en mi memoria. Todo el mundo corría desesperado, menos yo, había algo que me pedía que me quedara. De pronto, vi a esa criatura que me atemoriza desde chiquita pero, no se por que, me quede parada, inmóvil. Nos mirábamos. Sus ojos eran marrón claro y me transmitían calidez y tranquilidad. Por un momento me había olvidado del resto del mundo y estaba por acercarme mas pero recordé que era un lobison, y estas bestias no son confiables. Sin haberme dado cuenta el lobison estaba yéndose, sin intentar comerme.
Cuando caí en la realidad otra vez, me acorde de que mis padres me esperaban para la cena. Corrí hasta mi casa y me encontré a mi madre en la puerta de la entrada. Subí y me cambie tal como ella me había pedido. Cuando finalmente baje, note que la mesa del comedor estaba repleta de platos extraños. Había grandes postres y estaba puesta la mejor vajilla de la casa. Definitivamente, esta era una ocasión especial. Y no me había equivocado, ya que esa misma noche mis padre me presentaron a Sir Calvin, con el único fin de que me casara con un millonario. Sir Calvin era muy alto y flaco. Su cabeza era alargada como sus brazos. Llevaba puesto un traje negro que combinaba con sus zapatos. Aunque su corte de pelo era atractivo, tenia una energía negativa que contrastaba con la mía. Podía ser millonario pero yo buscaba amor verdadero y a alguien divertido, no a alguien aburrido y amargado.
Sin dudarlo, a la mañana siguiente me dirigí al bosque para poder tranquilizarme. El bosque era mi lugar preferido, porque yo podía ir y estar sola, lo que me ayuda a pensar. De pronto, escuche un ruido y por detrás de unas ramas apareció el lobison. Volví a sentir mariposas en la panza y me di cuenta de que me había enamorado. Inmediatamente, me acerque a acariciarlo. Yo se que es muy extraño enamorarse de una bestia pero el era el único que me hacia feliz y yo sabia que me entendía. De pronto se escucho un disparo. Los dos nos sobresaltamos. El lobison salio corriendo. Esa fue la ultima vez que vi al único amor de mi vida.